Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

lunes, 30 de diciembre de 2013

Buen Provecho

(Joan Colom)



La luna
una pelleja de nada
nos elige de la ciudad emergida entre sus miembros

Ahora bebemos la paz de los convites
Es tarde                        Muy tarde aún
para los remiendos calentitos
del zapatero bonachón
Ningún ruido nos oye si tachamos sus umbrales
Ninguna consecuencia nos actúa como marquesa regente
del país retornable
Porque merecimos ya
la anchura de después            Más después
Cuando obviarnos se llame tan simplemente
                                     apagar el televisor
                                     fregar los platos
esperar del cartero sin nombres y apellidos
un trago sólo posible como otros
Ahora estamos invitados al banquete de la vista gorda
Al sinfín de comilonas de la deuda

El sol
un archivista perenne
nos olvida de la ciudad sumergida entre sus yernos



(Cristina García Santos)



1 comentario:

María José Collado dijo...

A pesar de todos los espejismos donde bebemos absenta, donde el reflejo es un pájaro herido, nos queda la esperanza pura del cuarzo, la luminosidad humilde del topacio entre las sombras. Un saludo y mis mejores deseos para esa puerta que se abre a un año nuevo. Saludos