Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

jueves, 28 de febrero de 2013

Arrullar, Verbo Transitivo



Sabes que la bestia duerme
sin cerrar los ojos
porque no quiere soñar.

Y si la bestia duerme
y te da la mano
quizás hoy la arrullarás.


(Miguel Rivera)


lunes, 25 de febrero de 2013

SVQ




Volar. Y ver la tierra desde lejos, con sus mares redondos, los vapores que velan los valles y las junglas. Verla casi vacía, cada casa una luz, casi una estrella, o un brillo de cigarro que calienta con su brasa naranja distancias minerales, o uno de esos insectos que pasean su caprichosa lámpara verdosa bajo los escondrijos de la hierba nocturna.

Volar. Y ver qué poco significa una ciudad varada en una costa; apenas una mancha más oscura, un resto ennegrecido de cubierta de barco. Es como verla en su futuro: sola, deshabitada, deshaciéndose en la erosión de espumas y de vientos; cuando todos los hombres concierten su esperanza y sus miedos más íntimos para dejarla atrás en la memoria. Porque lo harán; lo haremos. Dejaremos cada ciudad vacía, cada casa. Una playa atestada de caracolas huecas donde resuene el mar o nuestra ausencia (¿acaso no es lo mismo?). No somos tan distintos de los pájaros, que se aventuran en el aire, mueren... no pueden permitirse ser fieles a sus nidos.

Volar. Pero sí somos distintos a los pájaros. Volar, pero sin alas. Atados a una máquina de metales ligeros que perforan el aire. Alas nunca, ¿quién quiere ser un ángel? ¿y cómo renunciar a ese estremecimiento del animal desnudo cuyos huesos se rompen? La máquina es hermosa, esclava de sus rudos mecanismos, como el hacha de piedra o el arado. Volar y ser una mujer, un hombre. Y no ser más que eso. Algo frágil, consciente de que puede caerse...




(Ana Isabel Conejo) 



jueves, 21 de febrero de 2013

Sobre "Un Aplauso Americano": El Humo Sobre Génova





María Andrea Mónaco, en su blog Confluencias Nocturnas, posteó "El humo sobre Génova", un poema de Un aplauso americano:

http://confluenciasnocturnas.blogspot.com.es/2013/01/el-humo-sobre-genova-rafael-indi.html


martes, 19 de febrero de 2013

Sobre "Un Aplauso Americano": Dedicatorias/Agradecimientos




"Vostalgia" está dedicado a Pedro Salinas.

"Charlotte" a las prostitutas de la calle Robadors.

"Os llamaré barro" a Miguel Hernández.

"El humo sobre Génova" a los tasadores de sueños. Que os vaya bien, os pise un carro y os mate un tren.

"Todo va bien" al rey de los topos.
 

Gracias a todos los fantasmas del alud, por recordarme que ningún hombre es una isla.


viernes, 15 de febrero de 2013

Sobre "Un Aplauso Americano": José Luis Martínez Clares



Mi colega José Luis Martínez Clares ha escrito sobre Un aplauso americano en su blog Palabras efímeras:

http://martinezclares.blogspot.com.es/2013/02/no-sienta-bien-convivir-con-el-vacio_15.html


Y yo de nuevo intento ponerme de puntillas.


jueves, 14 de febrero de 2013

"Un Aplauso Americano" En Goodreads




Un aplauso americano en Goodreads, aún sin la portada y a la espera del alta como autor:

http://www.goodreads.com/book/show/17281039-un-aplauso-americano


martes, 12 de febrero de 2013

Sobre "Un Aplauso Americano": Primera Reseña




Primera reseña de Un aplauso americano en el blog carámbano de Javier Sachez García:

http://ipasturgi.blogspot.com.es/p/promociona-tu-libro.html



lunes, 11 de febrero de 2013

El Día Del Aplauso (II)





Un aplauso americano en Scribd para su lectura online o descarga. 



El Día Del Aplauso




Bueno, pues por fin presento Un aplauso americano (2013), mi primer poemario, alojado en Issuu, donde puede descargarse. En breve dejaré otro enlace a Scribd para los interesados.


domingo, 10 de febrero de 2013

O




Ahora sé que incluso los círculos también tienen un final.



jueves, 7 de febrero de 2013

Mañana, Milagro





El olor es la primera verdad
aprendida a golpe de lágrima.
Y los neonatos añoran la vida inodora
haciendo del puchero la vida,
haciendo de la verdad el escombro.

Sevilla empieza a heder
cuando los cuervos liban
el sudor de la luna turbia.
Un alcohol que reverbera
gota a gota sobre el asfalto,
nuestro tóxico osario de ruletas rusas.

Sevilla empieza a arder
cuando las mondas de naranja
declaran la guerra al sulfato magnésico.
Una torre de Babel que se abrasa
con los idiomas de todos los dorsos
declamados con voz grave
por hombres radioactivos,
salmos en pijama de lodo y franela
antes de la siesta.
Raídas costras son el toque de distinción
de las damas postulantes,
que arriendan viejos containers
a impúdicos precios.

El mal animal se viste de úlcera,
se perfuma con sosa cáustica
esperando el milagro.
Tal vez la primavera conserve manos serviles. 


martes, 5 de febrero de 2013

El Insomnio De Plata


Un círculo calado en papel de diario
juega a volcarse
sobre el mantel de la mañana.
Bosteza la taza de café
y su aroma me empaña la frente.
 
No he dormido en horas.
La noche fue socavando
los rincones de mi cama
y la quietud del minutero hizo de mi espejo
un enjambre de penumbras.
 
Vuelvo al círculo con un crayón soleado
y le trazo varios radios,
tantos, como cada uno de los días
que esperé del maldito destino
la excusa perfecta para no dañarte.


(Insomnio)




María Andrea Mónaco.  Nacida en Lobería (Provincia de Buenos Aires, Argentina), es arquitecta y reside desde hace más de dos décadas en Mar del Plata (Argentina). En los últimos años obtuvo algunos premios y reconocimientos en el género poético y publicó poemas en antologías editadas en el país y el exterior. Recientemente ha resultado ganadora del segundo premio en el XXXII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa "Palabras Sin Fronteras 2012" y ha publicado el poemario "Confluencias Nocturnas".

http://confluenciasnocturnas.blogspot.com.es/

viernes, 1 de febrero de 2013

El Mal Animal




Dije jazmín cuando debí
decir manos, y lástima
cuando justicia, y gloria
cuando dolor o vida.
Como la caña sobre el río
se inclinaron mis páginas al aire corredor,
defendí o silencié cuanto mantienen
los espejos del oro, me acosté
con la pureza y con la moda,
dormí sobre un estilo reconociblemente mío,
cautela, ingenio, fórmula, negada
sed de renombre, trabajaron
mi voz, logré
sabias maneras de interesar,
de estar a muchos, no
indisponerme con lo que ya hacía
o con lo que yo era
y no ardí nunca entero en mis palabras
ni he dejado de acariciarlas
como aquel que se sienta sobre sus propias heces.
Creyéndome en carrera de caballos
corrí para ganar, mirando siempre
a los demás, midiendo.
Pero en esta hora última
me han dejado mis gracias verbales, amigos.
Mi innegable destreza y mi extraña ternura
poco alivio me arriman. Ya veo que me voy
sin poner planta, sin haber venido.

(Fernando Quiñones)