Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

miércoles, 30 de enero de 2013

El Inacabable Surco Abierto



(Monumento a la fraternidad en Dos Hermanas, Sevilla, con un poema de Miguel Hernández en una de las losas)
(Foto: doshermanas.com)





En un caso y en el expediente de un fusilado que se llamó Arturo Lopeiro, al lado de la palabra delito figura no consta. En la carta que envió a su mujer, entre otros consejos dice: "Ya sabes que no quiero rencores, acepta esto con la mayor resignación y considéralo como lo que es, un error". Arturo era cerrajero. 

(Julia Uceda)






Josefina Manresa mostró su agradecimiento por el monumento en una misiva al alcalde un mes después de la inauguración, allá por noviembre del 83. Lo que nunca supo ella es que en febrero del 87, a escasos 30 metros, se inauguró una estatua de S.M. El Rey Don Juan Carlos I
Para Arturo Lopeiro, quizás sólo hubiera sido otro error. No estoy seguro qué nombre le hubiera dado Miguel Hernández. 


1 comentario:

José Luis Martínez Clares dijo...

La vida en pocas palabras. Siempre tan cruel para la gente que más la merece. Desagradecida como sus moradores. Y nadie puede ya arreglar sus desaguisados. Abrazos