Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

domingo, 25 de septiembre de 2011

Quiero mi trozo de satélite muerto, la prueba de que todo lo que me mira por encima del hombro caerá por su propio peso. Quiero mi cara bajo el Wanted de turno en cada cuartel general de la NASA, convertirme en su enemigo público. Que cuando llegue la orden de registro encuentren el pedazo de titanio sobre el televisor y mi padre les responda con sorna: "Ahora pillamos todos los partidos del Digital Plus."
Hay billones de euros en las profundidades del mar y todavía ansiáis conquistar Marte o la Luna. Tarde o temprano habrá que aprender a vivir en el agua, reflotar la Atlántida con tesoros de la Armada Invencible y convertirla en otro paraiso fiscal.
1 posiblidad entre 3200 para ser víctimas y ninguna para esquivar al otoño son suficientes para mirar al cielo. Dios tiene un humor retorcido. Sabe que queremos más, por eso nos da justo lo que le pedimos.

2 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Una reflexión sagaz e irónica. Una llamada de atención para los que andamos siempre mirando al suelo. Saludos cordiales

Wayne Flashblack dijo...

A mi abuela le calló en el puchero e hizo cocido.